Malos tiempos para la industria del disco. No es noticia nueva, pero me gusta a hacer leña del árbol caído, que se le va a hacer.
Leo una noticia sobre el grupo de rap La Excepción. En ella, El Langui, cuenta como se han quitado los grilletes de la discográfica de turno para poder editar, componer y sacar disco cuando le salga del mismísimo aparato reproductor. No sé si habrá algún otro grupo o músico español por el mismo camino pero si no los hay debería haberlos.
Las grandes compañías pierden millones de euros al año, no paran de fusionarse entre ellas para poder sobrevivir, pero a todo cerdo le llega su San Martín. Los nuevos talentos cuelgan sus canciones en Youtube, MySpace y demás redes sociales, se dan a conocer, tienen miles de visitas, esto repercute en la publicidad y esta en los promotores de conciertos, que es donde, en la actualidad, los músicos ganan pasta. Las discográficas tienen los días contados y yo me alegro, es más, me corro del gusto por ello.
Estas hijas de Satanás dicen que canciones editar, que productores contratar, que discos al año publicar y demás sandeces, y si no pasas por el aro te despiden. Pero aquí está San Internet, para poner a cada uno en su sitio.
¿Qué hubiera pasado si este santo hubiera aparecido muchos años antes? Mejor no hacernos pajas mentales porque si no más de uno acabaría deshidratado.
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