Sony devora a sus muertos

Necrofilia. Una de las mayores aberraciones sexuales pero también un negocio redondo cuando se trata de música, cine o literatura. Sony se ha gastado millones de dólares en comprar los restos aún calientes del cadáver musical de Jacko para explotarlo todo lentamente en próximos años. Lo primero, 'This is it', el documental sobre la última gira que iba a hacer el genio. A precio de oro lo han vendido, y el mercantilismo es tan descarado que los fans se imaginan que los ejecutivos de Sony no son seres humanos sino gusanos roedores de tamaño descomunal que tragan billetes para alimentarse. 

¿Es lícito hacerlo?, nos preguntan. Por supuesto, porque si sus herederos van a cobrar el porcentaje correspondiente no habrá mal rollo, porque no se descarta que de estar vivo él mismo hubiera hecho algo similar, y porque en la música para masas no hay nada que no se pueda vender. Si se aprovecharon de Nirvana y de Cobain después de muerto, o de Elvis, o de James Brown, o de cualquier otro finado, ¿por qué no hacer lo mismo con Michael Jackson?

A eso se le llama necrofilia capitalista, y es un mal muy extendido, es la última salvajada y violación del cadáver de un músico que en parte murió aprisionado por el peso de esa maquinaria. Y aún así, quizás él hubiera sido el primero en decir "bueno, se puede hacer...". Todo por la pasta, todo por el dinero, todo por el negocio. Business is business, pero mucha gente ya tiene reservado sitio como material de quema en las calderas del sótano del chico con cuernos, ya sabéis. Y de haber dejado algo, ¿por qué no esperar a la decisión de sus hijos en el futuro?, ¿a qué viene tanta prisa..? Ah, sí, el dinero.