Hace unos años, un chico en mi clase se reía del profesor porque a este le gustaba Mark Knopfler. Palabras textuales "a ese tío no le conoce ni su padre". Nunca se me olvidará aquella frase. El chico era un ignorante, todos los somos, pero si presumes o te ríes de no conocer a alguien (en cualquier campo del arte) es de ser, cuanto menos, un comebolsas. Con lo bien que hubiera quedado con un "no sé quien es, ¿me lo decís?" y tranquilamente se le explica.
Tampoco me gusta el caso contrario, el de sabelotodos que se ríen y se burlan de quien pregunta inocentemente la procedencia o el género musical de un artista. Ni tanto ni tan poco.
Y diréis: ¿a que viene todo esto?. Pues situaciones de la vida diaria que te recuerdan cosas del pasado. Supongo...